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lunes, 20 de diciembre de 2010

El regreso del Phoenix



Después de una temporada en el Infierno al mejor estilo rimbaudiano, retorno al vórtice del ciberespacio repasando los hechos más sobresalientes que remecieron al mundo entero, los golpes sucesivos al Mainstream por los ácratas del Wikileaks que dejaron una estela de muertos y heridos en todas partes. Me alegra nuevamente retornar al blog para escribir sobre lo que me gusta aparte del vino blanco y del cine -la música- renovado dejó de lado los libros que me alejaron de cualquier cosa nociva como: los amigos; y con algo de embriaguez académica que me costo varios bajones en este último semestre procederé a comentar sobre una banda que mi primo trajo como novedad de su último viaje por tierras galas, un disco con una portada excelente de este grupo proveniente de las inmediaciones del Chateau de Versailles. Phoenix alcanzó su explosión y proyección internacional con el álbum "Wolfgang Amadeus Phoenix".La suavidad de sus riffs que se volatilizan rápidamente como luces fugaces y a su vez retumban de a pocos en los oídos de sus noveles oyentes, sus platillos dobles de acompañamiento se conjugan dando un sabor exquisito a nueva mezcla o quizás tal vez en el camino encuentren la fórmula secreta anhelada para su consolidación como banda de amplia aceptación entre sus millares de seguidores a nivel mundial, la suave y elegante voz prácticamente reconocible de Thomas Mars se unen para formar un estilo propio que genera a la vez adicción entre todos sus fanáticos con singles tales como: "Lasso" y "Lisztomania", son zarpazos altamente independientes en cada nota de esta gran banda, dignas de ser escuchadas hasta el mismísimo hastío.